Aquí están las cinco capturas de esta semana que merece la pena revisar:
Películas:
Días sin huella, Billy Wilder. La película estaba en mi lista de material visto para sentencia. No pensé que la volvería a ver. Recuerdo aquella época en la que me dio muy fuerte por Wilder. Lo veía todo y hasta me compré un par de colecciones que fueron prestadas durante un buen tiempo a un amigo. Acabaron siendo rescatas varios años después tras una guerra fría. Bien, la miré de nuevo porque me servía para el podcast de cine, Rosebud Sociedad Limitada, en el que teníamos que recomendar una película para una persona con cierta relación de amistad con el alcohol. Quiero destacar conversaciones de medianoche en relación a la bebida.
La primera sobre los sueños del alcohol.
Encoge mi hígado, ¿verdad?
Encurte mis riñones, sí.
Pero, ¿qué le hace a mi mente?
Lanza los sacos de arena por la borda para que el globo pueda elevarse.
De repente, estoy por encima de todo. ¡Me siento segurísimo de mí mismo"!
Soy un sonámbulo sobre las cataratas del Niágara.
Soy unos de los grandes.
Soy Miguel Ángel moldeando la barba de Moisés.
Soy Van Gogh pintando la luz del sol.
Soy Horowitz tocando el “Concierto del Emperador”
Soy John Barrymore antes de que el cine lo estrangulara.
Soy Jesse James y sus dos hermanos. ¡Los tres!
Soy W. Shakespeare.
Y, ahí fuera, ya no está la Tercera Avenida.
Está en Nilo… Y por él pasa flotando la barcaza de Cleopatra.
Ven aquí.
“Purpuras son las velas y tan perfumadas que los vientos se enamoraban de ellas. Los remos de plata que mantenían el ritmo al compás de las flautas”.
La segunda sobre la fantasía de dejarlo.
No puedo dejarlo de cuajo. Cuando te subes a tiovivo, tienes que dar una vuelta entera. Girar y girar hasta que se acabe la música y la cosa se pare del todo.
La tercera sobre la diferencia entre un bebedor y un borracho. A ver con cuál te quedas.
— Don está tenso. La mayoría de gente bebe un poco.
— Claro, los afortunados que pueden dejarlo cuando quieran. Pero luego están los que no pueden dejarlo. Lo que intento decirte es que no soy un bebedor. Soy un borracho. Tuvieron que internarme una vez. No sirvió de nada.
Secretary, Steven Shainberg. Otra película con origen Rosebusiano. El hábito hace al monje. Seguiré compartiendo películas que yo descubra en el podcast de cine semanal. La película la recomendó mi amigo, Eduard, cuando teníamos que traer una opción recomendable para aquella persona que se acuesta con su jefe. La miré la semana pasada y me pareció muy inquietante. Por momentos pensaba que sí, después que no. Las interpretaciones son extrañas, el ritmo ni va ni viene, y sin embargo, hay algo en el ambiente, algo espeso, bizarro, que estrangula como una pitón. Vale la pena ver James Spader con unos años de menos. En fin, si te interesa el mundo del masoquismo disfrutarás con la película.
Libros:
La secularización en España. Rupturas y cambios religiosos desde la sociología histórica. Rafael Ruiz Andrés. Me estuve entreteniendo con este libro, de corte académica, pero con cierto, tono didáctico, porque tuve el placer de hablar con su autor la semana pasada. El viernes se publicará el podcast en todas las plataformas podcast. Mientras tanto, un aperitivo aquí, en este boletín semanal para compartir lo que vengo haciendo y que creo que puede ayudar a muchos.
Esta descripción inicial es la imagen que refleja con mayor exactitud el contenido de este libro: el análisis del profundo cambio religioso experimentado en España. Entre la generación de mis abuelos - y aquellas que les precedieron- y mi generación, nacida en el ocaso del siglo XX, ha acontecido un proceso drástico de transformación socioeconómica y cultural, que aunque posee unas raíces más largas y profundas -se ha desencadenado aceleradamente en la segunda mitad del siglo xx. Entre su generación y la mía se ha consolidado, en definitiva, una era de la secularización, término comúnmente utilizado para expresar que una sociedad modernizada se ha vuelto, en cierto modo, menos religiosa, y cuyas raíces profundas en España se remontan al menos- al siglo XIX.
Nuccio Ordine. Murió el escritor y humanista italiano y quería recordarle compartiendo referencias de dos de sus libros que he leído y que tengo conmigo siempre.
La utilidad de lo inútil.
Existen saberes que son fines por sí mismos y que precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de todo vínculo práctico y comercial pueden ejercer un papel fundamental en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad. En este contexto, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores.
Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal.
Frenando la deriva utilitarista y empresarial, ayudaremos a nuestros estudiantes a entender mejor que el conocimiento no debe abrazarse para ganar dinero, sino ante todo para ayudarnos a convertirnos en mujeres y hombres libres, capaces de rebelarnos contra los egoísmos del presente para tratar de hacer que la humanidad sea más humana.
Palencia Sonora. Este fin de semana estuve en Palencia en un festival de música. Lo mejor, mis amigos y el buen rato que pasamos. Ahora bien, yo que no tengo una cultura basta en el indie nacional creo que vale la pena destacar: 1) Chacho cósmico. Te alegra una reunión; 2) Iseo & Dodosound. Un ángel con flow; 3) Sidonie. Apuesta segura; 4) Mr. Kilombo. Buen rollo; 5) Lori Meyers. Qué estilo; 6) La Casa Azul. La revolución sexual.
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Alexis Piquer