Aquí están las cinco capturas de esta semana que merecen tu tiempo:
Películas:
El colibrí, Francesca Archibugi. Fui a verla al cine la semana pasada para comentarla en Rosebud, el nuevo podcast de cine. Fue entonces cuando escribía esto:
Es una película de una directora italiana, Francesca Archibugi, que por lo que pude ver no tiene ninguna película, a parte de esta, que haya salido de las fronteras italianas. «Finalmente sí que tenía algo, pero poco».Al menos, yo no conocía ninguna. Así que creo que es una directora bastante local, por no decir totalmente local. A ver, la película no me pareció mal, de hecho la última parte me gustó. Yo la dividiría por partes, no sé si dos o tres. Al inicio, te dan ganas de levantarte de la silla y marcharte de la sala. Es una tomadura de pelo porque lo único que percibía eran una serie de dramas encadenados, uno detrás de otro, sin sentido alguno. No obstante, yo me quedé mirando la película, porque al igual que con “Mi crimen”, que comentábamos la semana pasada, las actrices italianas que aparecen son de una belleza inconmensurable. Esa belleza morena italiana que a todos nos fascina. Pues bien, la segunda mitad es mejor, junto a que poco a poco vas entendiendo lo que sucede, pues la sigues y empiezas a disfrutarla. De hecho, la película va agarrando un matiz más positivo, del drama a la paz, de los problemas al disfrute más sensato. La película no logró emocionarme aunque creo que al final lo intenta y hubo alguna persona que soltó alguna lágrima. En resumen, se puede ver a pesar que el 80% de las críticas la deja fatal, salvo Carlos Marañon, de Cinemanía que la compra y la acepta.
Libres: Duc in altum, Santos Blanco. Lo mismo que con la anterior película italiana, a finales de semana quise ir al cine para ver este documental que me apetecía mucho y poderlo comentar en Rosebud. Tambié, fue entonces cuando reflexionaba lo siguiente:
Esto es un capítulo a parte. Para mí, de lo mejor que he visto últimamente. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un documental. Original, valiente, interesante, bien trabajado, con mucha belleza hasta en los detalles más pequeños. El guión, con los testimonios es una maravilla, la fotografía con su enfoque religioso, realismo y manejo de la luz y la sombra me recordaba a la luz que uno puede encontrar en los cuadros del Museo del Prado o del MNAC, en Barcelona, de Zurbarán o Ribera. Tengo que confesar que le tenía muchas ganas, la parte de los monasterios, con ese camino espiritual es algo que siempre me ha llamado la atención, más en el momento en el que estoy y por lo tanto lo he disfrutado doble. Entendía de lo que me hablaba. Más allá de eso, estuve tomando un café antes de ir al cine con el autor Mario Colleoni, traductor de Pasolini o autor de libros como “Contra Florencia”, que me dijo que también quería verlo. Y hablando, él me contó algunas cosas sobre los monasterios en los que ha estado. Además, me explicó el significado de las palabras Duc in aldum. Esas son las palabras de Pedro, el pescador, después apóstol, que escucha de Jesucristo cuando entra en el mar y les invita a acompañarle. Duc in aldum significa "Avanza mar adentro". Esta expresión tiene su origen en un pasaje bíblico del Evangelio de Lucas, donde Jesús le dice a Pedro: "Avanza mar adentro y echa las redes para pescar". La frase se utiliza con frecuencia como una metáfora o un llamado a ir más allá de la zona de confort, superar los miedos y desafiar los límites. En el contexto religioso, se interpreta como una invitación a confiar en la voluntad de Dios y a emprender acciones audaces en la fe.
El Circo. Charles Chaplin. Otra película que vi para comentarla en la sección en la que tenemos una colaboración con Filmin, por lo tanto, está de Chaplin, entre otras, se pueden encontrar en la plataforma. La escogí porque estoy leyendo el libro de Alejandro González Calvo, “Una película para cada año de tu vida”. En el año 2, Alejandro recomienda “El circo” de Chaplin. En el podcast me perdí mucho más sobre lo que supuso esta película, y creo que mis amigos también añadieron información interesante. Yo, aquí, os dejo lo que explica Alejandro en su libro:
A Chaplin le costó tres años - una eternidad en los tan fértiles como alocados años veinte finalizar El circo, los mismos que la separan de su anterior película, esa obra total titulada La quimera del oro (1925). Por ejemplo, en el mismo lapso de años, Buster Keaton, que era un director muchísimo más exigente que Chaplin, realizó ocho películas, entre ellas obras cumbre de la comedia (y del cine de acción!) del tamaño de Siete ocasiones (1925), El maquinista de La General (1926) y El héroe del río (1928). Con los años, Chaplin fue espaciando cada vez más y más sus largometrajes, pero el cúmulo de problemas y tragedias a los que se enfrentó en la producción de El circo fue en buena parte responsable de dicho retraso el estudio donde rodaban se incendió, les robaron una caravana circense, en el laboratorio le estropearon semanas de filmación, una tormenta destrozó la gran carpa que cobijaba el escenario principal de la película, falleció su madre, tuvo un divorcio que resonó en los tabloides de medio mundo (su mujer, entonces, tenía diecisiete años, y llevaban dos casados) y Hacienda le interpuso una demanda de un millón de dólares por impago de impuestos, al mismo tiempo que le inmovilizaba cuentas y bienes gananciales. Es normal que en sus memorias prácticamente ni hable de la película.
Pinturas:
Goya. La boda. Museo del Prado. Una de mis pinturas favoritas de Goya, del Goya irónico, sarcástico, del Goya que disfrutaba pintando aquello que le divertía. Un Goya, que en su etapa más caricaturesca gozaba y hacía gozar a partes iguales. Muchos no conocen esta faceta del maestro aragonés. En este caso Goya presenta una escena, que se desarrolla bajo un gran arco o puente de piedra, presenta un cortejo nupcial presidido por la desigualdad: una joven decidida y bella va a casarse con un hombre gordo y feo, pero rico, que se apresura tras ella, intentando detenerla. El padre de la novia, con una casaca raída, sigue al cortejo con gesto complaciente. Las mozas, amigas de la novia, sonríen con maliciosa envidia, y el cura parece reírse del padre, mientras que un joven de perfil, al fondo, tal vez un pretendiente rechazado, mira el paso de la comitiva con gesto alterado. Presenta Goya un matrimonio, el de conveniencia, denunciado por los ilustrados.
Figura en una finestra. Dalí. Museo Reina Sofia. Entre 1923 y 1926, de acuerdo con las investigaciones de Rafael Santos, uno de los notables estudiosos de ese período artístico, Salvador Dalí llevó a cabo al menos doce retratos de su hermana Anna Maria, incluyendo esta en el Museo Reina Sofía. En la pintura, Dalí elimina el panel de la izquierda de la ventana. Trastoca el reflejo en el derecho, que no cuadra según las reglas de la perspectiva. ¿Por qué? Y, la posición de las piernas, una más elevada que la otra… Y ese cielo convertido en mar, y el mar convertido en cielo. Muchos misterios en una de las pinturas más íntimas e inocentes del pintor.
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Alexis Piquer